El sacerdote español, Jordi Bertomeu, uno de los enviados papales que llegó a Chile junto al arzobispo maltés Charles Scicluna, dijo hoy tras llegar esta tarde a la sureña ciudad de Osorno que en dos días se reunieron con 94 víctimas de abusos sexuales en el interior del clero.

Tras el arribo de la comitiva papal ambos se dirigieron a las afueras de la Catedral San Mateo de Osorno, a 942 kilómetros al sur de Santiago, donde Bertomeu dijo a los periodistas que han llegado a esa zona para ponerse al servicio del pueblo.

El religioso español recalcó a la prensa que desde su llegada a Chile, el pasado martes, se reunieron con 94 víctimas de abusos sexuales al interior de la institución eclesiástica .

Frente a la fuerte división que existe al interior de la diócesis en la zona, especialmente en los fieles, Bertomeu reconoció que esto es normal, como ocurre en distintas instancias de la vida.

"Por eso nuestra misión es poder transmitir a la ciudadanía que el papa los quiere", y en ese sentido dijo que tienen pensado realizar una misa de reparación para los afectados.

Al ser consultado por una compensación económica para las víctimas de abusos sexuales cometidos por religiosos o funcionarios de la Iglesia católica chilena, Bertomeu sostuvo que eso es un derecho de las víctimas.

Los dos enviados del papa llegaron este martes a Chile para realizar una misión pastoral y seguir indagando los casos de abusos sexuales en los que está involucrado el clero chileno.

Los abusos sexuales cometidos por sacerdotes y la impunidad en que se mantuvieron durante décadas han arrastrado a la Iglesia Católica chilena a la peor crisis de su historia, puesta en evidencia con la renuncia masiva de los miembros de la Conferencia Episcopal.

De los 34 obispos que presentaron la renuncia, el papa Francisco aceptó las de Juan Barros, Gonzalo Duarte y Cristián Caro, de Osorno, Valparaíso y Puerto Montt, respectivamente.

EFE